1- Lo primero es saber que, si la gripa ya está aquí, no se la pegaremos a nuestro perro o gato. Tanto humanos, como perros y gatos pueden sufrir de resfriado común, pero los agentes causantes para cada uno son diferentes. En los perros la pueden causar bacterias de Bordetella, en los gatos el Herpes felino y el Calicivirus felino, mientras que en los humanos en muchos casos el responsable es el Rinovirus.

2- Aun así, podemos experimentar los mismos tipos de síntomas como tos, estornudos, cansancio, deshidratación, pérdida de apetito, secreciones oculares o fiebre. Y así como entre humanos nos contagiamos de gripa con gran facilidad, entre perros, y entre gatos también se pueden contagiar a través de los estornudos, la saliva u objetos que compartan.

3- Cualquiera que sea el afectado es importante tomar medidas para controlar el resfriado, ya que, de no ser tratado adecuadamente puede llegar a complicaciones o infecciones secundarias que incluso pueden poner en riesgo la vida.

4- Procurar descanso y abrigo, una buena hidratación y alimentación, así como acudir al especialista, es fundamental para descartar otras enfermedades con síntomas similares y aplicar el tratamiento correspondiente.

5- En el caso de nuestras mascotas, bajo ningún concepto se les debe administrar medicamentos recetados para humanos o cualquier otro fármaco sin previa consulta médica, pues esto podría ocasionar daños en sus órganos con consecuencias mortales.